sábado, 3 de abril de 2010

NOTA


Las reflexiones que publico en este blog, aunque parezcan categóricas no corresponden a íntimas conviccciones, forman parte del ir y venir del pensamiento al hilo de lecturas y sucesos cotidianos, en general están relacionadas con mi quehacer artístico, y probablemente se contradigan unas a otras e irán cambiando según mi estado de ánimo que dista mucho de ser constante y últimamente tiende a lo sombrío. Como viajo poco, imagino mucho y me gusta la especulación teórica como contrapunto a la actividad manual de la pintura y a la mecánica del ordenador, he llegado a la conclusión que la mejor manera de rendir en el trabajo, y por tanto de ser feliz, es la rutina y la concentración. Desde la celda de cada cuál hoy es posible abrirse al mundo y contemplar las obras de otros artistas en pequeña escala, lo cual, dicho sea de paso, apabulla menos la autoestima que verlas en los museos. Siempre me ha resultado gratificante conocer a los artistas a través de los libros, y aunque soy una mitómana empedernida y en ocasiones he peregrinado hasta los santuarios que guardan mis obras de arte favoritas ( por ejemplo, hasta el museo de Filadelfia para ver el Gran Vidrio y Étant Donnés de Duchamp), dialogo mejor con sus reproducciones. Ilustro esta nota con la portada y contraportada de la "revista" VAGOS, que publiqué en 1995 y que hasta la fecha ha sido lo más parecido a un manifiesto personal.

2 comentarios:

  1. Me encanta leerte, Carmen. Eres muy amena y divertida, a pesar de tu última tendencia a lo sombrío... ¡Seré una fiel seguidora tuya! una vez que sobrepase el desasosiego que me produce abrir una cuenta - otra - en Google.
    ¡Espero novedades! Un beso

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  2. Gracias Marta,anímate a crear tu propio blog, es una forma de disciplinarse y darle un poco al coco; sé que a tí te gusta escribir, además de traducir,y lo haces estupendamente.¡Hasta pronto en la red! KARKAMARA.

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